Según los japoneses, todo el mundo tiene un ikigai, lo que un filósofo francés traduciría como raison d’être. Algunos lo han encontrado y son conscientes de su ikigai, otros lo llevan dentro pero todavía lo están buscando.
El ikigai está escondido en nuestro interior y requiere de una exploración paciente para llegar a lo más profundo de nuestro ser y encontrarlo. Según los naturales de Okinawa, la isla con mayor índice de centenarios del mundo, el ikigai es la razón por la que nos levantamos por la mañana.
